CAPACIDAD DE CARGA
En su definición más sencilla el concepto de capacidad
de carga hace referencia al número máximo de visitantes que puede contener un
determinado espacio / recurso / destino turístico; en otras palabras el límite
más allá del cual la explotación turística de un recurso / destino es
insostenible por perjudicial.
Siguiendo la misma línea, Watson y Kopachevsky (1996),
en su completa síntesis, distinguen hasta cinco tipos de capacidad de carga:
a)
Ecológico-medioambiental: «El nivel de desarrollo turístico o actividad
recreacional más allá del cual el medio ambiente que hemos conocido se degrada
o se ve comprometido» (Watson y Kopachevsky, 1996). Por tanto, afecta al aire,
el suelo, la vegetación y fauna, el agua, y todos los demás elementos físicos
que componen un ecosistema. Este es uno de los aspectos más considerados en la
actualidad a la hora de configurar un producto turístico.
b)
Física: En este caso se refiere a la capacidad espacial de un lugar y de sus
infraestructuras para acoger las actividades turísticas. La cantidad de espacio
disponible es inalterable, sólo se puede mejorar su utilización mediante un
aprovechamiento más racional del mismo. En cuanto a las infraestructuras, su
capacidad rendimiento es casi siempre mejorable en función del dinero que se
destine a ello.
c)
Socio-perceptual: Este tipo de capacidad hace referencia al nivel de tolerancia de las
poblaciones de acogida hacia la presencia y comportamiento de los turistas y
está en relación con los impactos culturales. En este caso, y más que en los
anteriores, su medición se debe realizar a partir de juicios de valor en los
que el componente subjetivo los hace difícilmente extrapolables de una
situación a otra.
d)
Económica: Para O’Reilly (1991), es la capacidad para absorber funciones turísticas
sin que se excluyan otras actividades que se consideran de interés. El tema
económico, en la práctica, es uno de los principales argumentos contra la
noción de capacidad y la imposición de límites (Getz, 1983).
e)
Psicológica: La capacidad de carga psicológica es estrictamente experiencial. Sólo los
turistas mismos pueden determinar si han logrado una satisfacción personal en
sus vacaciones en función de muchos factores como la actitud percibida de la
población local, el grado de saturación del destino turístico, la calidad
medioambiental, etc.
Ejemplos
·
El
palmeral de Marrakech, afectado por el exceso de turismo
La ciudad de Marrakech cuenta
con la reconocida zona de Palmeraie,
donde -tal como indica su nombre- conviven palmeras y desierto alcanzando un
paisaje especialmente atractivo. Lo cierto es que, en los últimos años, se ha
combinado una serie de factores que están complicando su estado de
conservación.
El difícil mantenerlo desde
el punto de vista del orden y las cuestiones ecológicas y la escasez de agua en el área es otro de los
grandes problemas que perjudican las condiciones de un sitio al que las
autoridades deberían prestar mayor atención.
A los dos argumentos anteriores se suma el de la
construcción, ya que el sector
está evidenciando una urbanización importante que va de la mano con diversos
proyectos turísticos que incluyen hasta la realización de campos de
golf.
El palmeral tiene más de diez siglos de antigüedad y una extensión de alrededor
de 16 mil hectáreas. Cita ineludible para los visitantes de Marrakech y
el país en general, en los últimos
20 años se ha evidenciado una pérdida del 30% de la superficie total.
- Machu Picchu, enferma de los turistas
En 5 años
más, la capacidad de soportar la Ciudadela Inka de Machupicchu colapsaría por
excesiva carga de visitantes extranjeros, de no implementarse una adecuada
política de descongestionamiento.
Jorge Pacheco Del Castillo, Director
Regional de Comercio Exterior y Turismo, advirtió que es preciso elaborar un
Plan Maestro consensuado y manejo turístico del Santuario para evitar que el
atractivo más importante del país, se deteriore por falta de
planificación. El Machu Picchu ha generado un efecto contrario en vez de descongestionar la excesiva carga; por lo que el debate debe iniciar desde
ahora entre el sector privado y el estatal, para evitar problemas posteriores.
- Chester, Inglaterra
Ciudad de 120.000 habitantes, situadas al noroeste de Inglaterra. Recibe
alrededor de 2-3 millones de turistas al año y ha excedido su capacidad de
carga medioambiental, psicológica y social según algunos estudios. Su centro
histórico se hace impracticable al visitante debido a su sobrecarga.
·
Stonehenge,
Inglaterra
Patrimonio de la Humanidad con gran peligro de
deterioro por el exceso de visitantes. Ha excedido su capacidad de carga, en
especial la ecológica. Ya se han tomado algunas medidas para poner solución al
exceso de turistas.
·
Alhambra y Generalife (Granada,
España)
El Conjunto Monumental de la Alhambra y el Generaflie,
con más de 2 millones de visitantes anuales es uno de los elementos del
patrimonio histórico español con más larga trayectoria turística. En España fue
uno de los primeros lugares en que se planteó la necesidad de regular el uso
turístico a fin de minimizar los impactos que la afluencia masiva de visitantes
provocaba sobre la conservación del patrimonio y la calidad de la experiencia
de visita.
·
Ciudad
maya de Copán (honduras)
Copán es una antigua ciudad maya incluida en la Lista
del Patrimonio Mundial en 1980. A mediados de los años 70 se gestó el “Proyecto
Copán”, una colaboración entre el IHAH (Instituto Hondureño de Antropología e
Historia) y especialistas de diversas instituciones y nacionalidades de
reconocido prestigio.
Ante este hecho la UNESCO ha venido planteando la
necesidad de conocer en profundidad los aspectos relacionados con la capacidad
de carga turística del sitio y la correcta gestión de los flujos de visitantes
sobre las zonas sometidas a mayor presión turística. Hoy por hoy los volúmenes
de afluencia turística no generan más que impactos puntuales que tienen que ver
fundamentalmente con la inadecuación de los servicios relacionados con la
visita pública.
·
Petra
(Jordania)
Petra, lugar de Patrimonio Mundial, recibe importantes
flujos de visitantes lo que le acarrea serios problemas de gestión y
conservación. En concreto se contabilizan cerca de un millón de visitantes
anuales, variables según años y muy desigualmente repartidos.
De acuerdo con el Plan de Gestión de Petra de la
UNESCO (1984) el número teórico aceptable de visitantes diarios en Petra
(durante las horas de apertura) es de 3.000, suponiendo que los visitantes no
entren y salgan del parque por la misma ruta. Sin embargo, para salir de la
zona visitable el visitante debe hacer un bucle y regresar por el mismo camino
que ha entrado por lo que el flujo máximo de visitantes se divide por la mitad
estimando así un nivel de visita máximo de 1.500 visitantes/día.
SOLUCIONES EN LA GESTIÓN DE FLUJOS TURÍSTICOS EN DESTINOS
Según datos de Hosteltur, la posibilidad de que ciertas ruinas, obras
arquitectónicas, centros históricos de ciudades, espacios naturales, etc.,
acaben perdiendo los valores que las hacen únicas por culpa del turismo masivo
es real, insisten los expertos.
Se planteen nuevas
medidas, algunas ciertamente impopulares, para prevenir la degradación de estos
sitios amenazados por su propio éxito.
Los numerosos casos de visitantes a determinadas horas y las tasas de
entrada (en espacios naturales, monumentos históricos, etc.) van a ser cada vez
más frecuentes por todo el mundo.
Según la UNESCO,
existen en la actualidad un total de 60 sitios (naturales e históricos) declarados
Patrimonio de la Humanidad cuya salud se ve amenazada "de manera
inminente" por varios factores externos. Entre ellos, "los conflictos
armados, el cambio climático y el turismo incontrolado".
Es posible descongestionar monumentos históricos estableciendo nuevos
horarios de visita.
Por ejemplo, el consorcio Turismo de Córdoba y el Cabildo Catedralicio han firmado un acuerdo este año para impulsar las visitas nocturnas a la Mezquita-Catedral. Se tratará de una experiencia nueva para el turista, que además puede contribuir a generar más pernoctaciones.
Otro monumento histórico que concentra la atención de los expertos es Machu Pichu. Estas antiguas ruinas incas situadas en Perú pasaron de recibir 420.000 visitantes en el año 2000 a casi 700.000 en 2006. Allí se está desarrollando un proyecto arqueológico. La capacidad de carga también es motivo de debate en Barcelona, donde se está realizando un nuevo plan estratégico que analizará cómo distribuir la actividad turística por más barrios, con el fin de evitar la masificación del centro histórico.
En Barcelona, un estudio municipal reflejó que el 81% de los transeúntes de
las populares Ramblas son turistas.
Otras de las soluciones para la gestión de los flujos turísticos son:
o Habilitar nuevos horarios de visitas para descongestionar algunos
monumentos, con esta sobrecarga en algunos atractivos, como por ejemplo la
Alhambra de Granada o la Mezquita de Córdoba.
o Diversificar la oferta para evitar la concentración de masas de turistas.
o Crear un transporte que sirva para
descongestionar el centro histórico de coches, autobuses, taxis, etc., y evitar
aglomeraciones de turistas. Así los turistas podrán desplazarse con facilidad y
congestión.
o Establecer controles de ingresos en la entrada a los destinos, para
contralar de manera numérica los turistas que entran en unos destinos, y así
esperar que no se produzca un exceso de viajeros.
CONCLUSIÓN Y VALORACIÓN PERSONAL Y PROFESIONAL
Pienso que el tema de
capacidad de carga de un destino turístico provoca un descenso del negocio del
turismo. Creo que es difícil tomar decisiones al respecto pero hoy en día con
la innovación y el riesgo a decisiones dudosas, pueden dar soluciones muy
eficaces. He de decir que si pusiéramos constancia en llevar a cabo las
soluciones, podrán evitarse muchos desperfectos en los monumentos y en el
medioambiente. También mejorar los flujos turísticos para evitar que el destino
esté lleno de turistas.
MADRID
En los monumentos y conjuntos
monumentales con grandes volúmenes de visitantes, como por ejemplo el conjunto
de la Alhambra y el Generalife o la Catedral de Santiago de Compostela, la
estimación de umbrales máximos de uso turístico surge de la necesidad de controlar
los efectos de la masificación turística sobre la calidad de la visita y/o el
respeto al sitio -conservación del patrimonio y compatibilidad de usos.
En otros sitios, el concepto de capacidad de carga se usa como medida
de gestión a efectos de organizar el flujo de la visita. Constituyen ejemplos
de este último enfoque las medidas de aforamiento establecidas en algunos
elementos del Patrimonio Nacional (como la Casita del Labrador en el Real Sitio
de Aranjuez) o en las visitas teatralizadas al Castillo de Manzanares el Real
(en Madrid).